Letra
Las puertas de tu casa se abrieron para mí,
oh Dios de cielo y tierra, ¡qué bueno estar aquí!
Si abrimos nuestros brazos podemos recibir
a quien te necesite y quiera compartir:
tu palabra, canciones, silencio y oración,
un abrazo sincero, la paz y tu perdón,
el pan que alimenta, da fuerza y da valor,
//y el fuego de tu Espíritu que enciende el corazón.//